lunes, 22 de enero de 2018

CABEZA INÚTIL EN UN TRABAJO DE CAMPO



He dormido los días de sol y el sueño de la infancia aún me perturba al acecho. Ya no estoy entre humanos. Me fui de los animales. Estudio la anatomía que persiste entre los insectos y lo inexistente. Convivo con avispas. Suelen atrapar a las moscas por la espalda y, antes de devorar sus cuerpos, les cortan con sus pinzas la cabeza. Mis pensamientos se liquidan en el mismo instante que mi cabeza rueda por el piso.








                                  © Danhir Salomón






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