viernes, 5 de diciembre de 2008

AROMAS



Medito en éxtasis imaginario

el delicioso manjar culinario...

una cazuela de algas marinas.


Abro los ojos

y en el plato descansan

un par de ojos vidriosos de becerro.


Los miro aterrada,

hasta que alguien me alivia:

“tranquila, son ojos dietéticos.”



© Danhir Salomón





2 comentarios:

Globocautivo dijo...

No puedo evitar sonreir al leer el poema, pero también de admirarme de la imagen...
Besos

Nocturna dijo...

No te culpo, Globo... resultó una mixtura extraña.

(: