sábado, 23 de febrero de 2008

DRÍADES



Tropiezo desencuentro de puntas

repelidas por el ciclo lunar.


Si las ganas

se cansaran de andar

recordaría el olvido

una breve eternidad.


Cálido elixir arbóreo

deseos fluctuantes de dríades.

Así, sueña el sueño que es real

y sueñan las libélulas ser cristal.


Piso el techo de mi cueva

mientras

torpes manos me sostengan.


Madruga la constancia

y transmigra

en equilibrios inmutables.


Aún respiro.




Danhir Salomón





8 comentarios:

aapayés dijo...

Así, sueña el sueño que es real
y sueñan las libélulas ser cristal.

Así sueño en este perentorio mundo del vivir... Bonito como siempre.

Gracias

Nocturna dijo...

Adolfo:

Pues... ¿qué seríamos si no soñáramos?

Gracias a vos, amigo.

Fernanda Irene dijo...

Casi nunca entiendo el mensaje de tu poes�a, solo s� que me suena muy bonita, pero impenetrable. A veces me acongoja y otras me alucina, el caso es que la leo varias veces y simplemente me dejo llevar por las sensaciones.

Un beso

Irene

PD Me encanta la m�sica de Amy Winehouse

jorge dijo...

Si las ganas
se cansaran de andar
recordaría el olvido
una breve eternidad.

Dificil poema señorita nocturna.
Pero tus ganas no se cansan.
Pero no te olvidas de recordar.
Pero no consentiras que tu eternidad sea breve.
Porque tu marcaras los tiempos.
porque controlaras tus pasos
beso para soñar

Nocturna dijo...

Querida Irene:

No busco nunca acongojarte, aunque mis versos sean duros.

¡Besitos sensacionales!

Nocturna dijo...

Sí, Jorge.
Ya me conoces bien.
:)

¡Repartamos a todos besos de ensueños!

Anónimo dijo...

Y lo mejor de todo es que, pase lo que pase, aún respiramos. Eso siempre da fuerzas. Un beso.

Nocturna dijo...

Eso, Isabel...

Hay que sacarle fuerza a los respiros.

¡Besos!