domingo, 28 de enero de 2018

INERTE







Cuando levantan la frente
sus pulmones despiden
aire acondicionado.
Las horas subacuáticas
marcan en el reloj de agua
sus últimas tormentas.

Llevo días
sin recordar quién soy,
aún conservo los trasnoches.
Me llaman hija, hermana, tía.
Me nombran Danhir, Marissel,
Nocturna, Luna Maya... 
todas esas, no soy.

Intento entenderlos.
Gritan desde lo superficial del tiempo,
desde los límites de una realidad
prendida a la nuca de un maniquí.

Casi nadie lleva sus patitos en fila,
pero rezan un ritual perpetuo
de nombres evaporados.

Y sigo adentro, liberando la voz
movilizando nuevas sensaciones
mientras los sonidos mudos 
cristalizan la esencia pura de la paz.






                                  © Danhir Salomón







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