jueves, 30 de noviembre de 2017



Antes de volver al norte, alguien me nombró "Marissel de los cerros", intentando menospreciar mi amor por la naturaleza, por la tierra y por el cielo abierto. Pero soy también de la luna, de los montes, de los ríos, de las arenas y del viento. Fundamentalmente del viento que sopla fuerte, del que levanta los pies de las personas cansadas y del que me lleva a todos lados sin necesitar alas.

Soy mujer del norte y amo los lugares que pisé. En Salta, cerca de Cachi hay un lugar de verdes y terracotas llamado "Pueblo Viejo" y cerca de ahí está "Palermo". No es el Palermo de Buenos Aires, es el Palermo donde los vientos soplan y hacen que tu cuerpo no pese y que andes liviana, casi en puntas de pie sobre su tierra, disfrutando del viento que sopla fuerte y que te hace flotar como solo en Palermo de Salta se puede volar sin alas.



                                                                                                                 © Danhir Salomón











No hay comentarios.: