domingo, 26 de octubre de 2008

SIMBIOSIS I



“LA MONTAÑA”

Esta tarde he pedido un canto de comparsas salteñas.


La ovación espera atenta en la aspereza de cada voz.


Brillan las plumas junto a los cascabeles,

abrojos cobijados en el rincón de la embriaguez

sin otra causa-excusa que un socavón

de cuerpos enmohecidos por el tiempo.


Los cobijé indefensos y sólo abrí mil grietas,

profundas grietas rellenas con cuerpos marginales.



Danhir





6 comentarios:

A.Tapadinhas dijo...

Passei para te deixar um abraço e desfrutar um pouco das tuas palavras, da tua música, enfim, da tua companhia.
Beijo.
António

Velocet dijo...

Aunque el resultado no sea todo lo bueno que quisiéramos, al menos, aquí queda el esfuerzo.

Nocturna dijo...

Mi dulce António...

¡Siempre bienvenido!

(:

Nocturna dijo...

Velocet:

Entiendes, amigo...

(:

aapayés dijo...

Bello el poema... me lo regalas así lo leo siempre...

saludes un abrazo solidario como siempre

Nocturna dijo...

Claro que te lo regalo, Adolf...
¡Que tengas un buen día!

Un abrazo