martes, 9 de septiembre de 2008

CORBLANDOS



Veremos atardecer entre capullos

las doradas gemas platónicas

y, ya noctámbulos, oiremos

gritar a la cordura hasta ensordecer

a los más cuerdos, pero no a nosotros...


Danhir








6 comentarios:

Mi Ser dijo...

Es día... pero me siento como si fuera de noche... me miro al espejo y casi destellos de luz entran por la ventana... y reconozco algo de cordura entrando... pero apresuro a cerrar las ventanas... a fijar las puertas... no sea que me contagie de tan secas hierbas.....


Abrazos...
Me gustó tu espacio.

Mi Ser.

Pakous dijo...

Huuyy, ese soy yo, hablan de mi...
...y de tí...
...es el Génesis de los no cuerdos...
...y de los sordos...
...la Atlántida florece,
en la realidad oculta...
Besos hasta llenar el horizonte:))

Nocturna dijo...

Bienvenida, Mi Ser...

Pronto te visitaré.


Otro abrazo!

(:

Nocturna dijo...

Claro, Pakito!

¿De quiénes podría hablar sino de nosotros?

Los corblandos no ensordecemos tan fácilmente. ¡Jajaaa!

(:

Globocautivo dijo...

Que bueno sería sentirse fuera, ni cuerdos ni locos. En realidad el problema suele ser, a poco que uno piense en ello, que uno no sabe si es cuerdo o loco o alguna otra cosa.
Pero este poema es un hueco en el que soñar que se está: nosotros los no cuerdos.
Besos

Nocturna dijo...

Claro, Globo, nunca se sabe...

¡Saludos!

(: