martes, 8 de abril de 2008

EN LOS OJOS



Veloces,

se incrustan las astillas

evitando hemorragias.


Y ellos, no sangran.

Ya no hay tiempo ni lugar para eso.



Danhir




4 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Vengo a compartir este no lugar que es la poesía. Vengo en suerte de exiliado. No traigo luz, solo un mirar y unas manos que contigo se sostienen en la penumbra por el instinto, el roce, la calma entre tanto daño.

Vengo desangrado. Mis venas croan como ranas espantadas. Mi silencio dibuja la distancia entre tus letras y mi revuelta, entre mi poesía y tu luto.

No sé cómo, estoy en camino. No sé hasta cuando, hoy me detuve aquí, en tus versos astillados que con Roberto Juarroz quieren levantar un lenguaje nuevo, "un lenguaje solamente con palabras caídas".

Este es un no tiempo al filo de nuestro insomnio. Los ojos y el abismo.
El acantilado y la voz.
El poema y lo desoído.

Vengo sin luz y sin paz,
con estas manos abiertas y oscuras, para abrazar tu canto, para no morir sin morir por los que ya lo perdieron todo sin saber para qué, sin saber hasta cuando.


Tu Viktor

Nocturna dijo...

Viktor:

Tus palabras llenan de luz este espacio.

Muchos besos solidarios, amigo.

tino cassi dijo...

quedando aún la variable
relativa
del espejismo

interesante Danhir
interesante
.)

Nocturna dijo...

Tino, qué agradable sorpresa!
¡Dos días seguidos por aquí!
(:

Es muy grave cuando los ojos se llenan de tantas "astillas" y no pueden ni siquiera desangrarse salvo endurecerse en una ceguera permanente.

Por supuesto, no es el caso tuyo ni de Viktor. Dejo mi aprecio y mi admiración por ambos ejemplos humanos.

¡Besos dobles!