lunes, 18 de febrero de 2008

Y AL FIN, EL FIN


No resisten tus hebras.

Las mías,

hace vidas son

instantáneas espumas

de sapos reventados.


Ni quedarán estos salares

emancipadas dunas austeras

en la plenitud de la borrasca.


Y al fin, ortiga pasajera

que al poco tiempo reposa

vuelvo al sortilegio

de fallecer a tus plantas.


Danhir Salomón




4 comentarios:

adolfo payés dijo...

Lindo lindo ... me gusta compartir leer y sobre todo aprender...
Gracias
bonitos los versos.

Y al fin, ortiga pasajera
que al poco tiempo reposa
vuelvo al sortilegio
de fallecer a tus plantas.

Nocturna dijo...

Adolfo:

Siempre que se comparte, se alimentan ambas partes.

Gracias, amigo.

Anónimo dijo...

Aún a pesar de la belleza de los versos, siempre es doloroso cualquier fin. Pero parece que esa misma belleza ayuda... besos, linda.

Nocturna dijo...

Isabel:

Pero en el poema, no hay tanto "fallecimiento", es más bien un reconocimiento de no poder estar "sin el otro".

Gracias por todo, Isabel.